[dropcap]A[/dropcap] seguir tu nariz. Llega siempre un poquito antes que tú. Ella es quien sabe de dónde vienen esa chamusquina y ese olor a pan recién hecho. Hacia allí dirigirá tu vista. Es ella quien susurrará al paladar, prepárate, vas a sentir.
Contémplalo. Mira cómo es. Cómo se mueve, cómo cambia su color. ¿Se ve pequeño? Acércate, en marcha. ¿No puedes andar ahora mismo? Súbete a un árbol. Grita. Ve y que te vean. Ve a ver. Con los ojos.
Con atención. Escucha. No puedes no oírlo ¿verdad? Lo mudo es artificial. La insonoridad es artificial, los cartones de huevos vacíos, sólo para el local de ensayo. Este es tu concierto, es un festival al aire libre. Al aire. Libre.
Calma, mastica bien, despacio. No te muerdas. Va de calidades, se ningunean las cantidades, las sobredosis, no. Calidad. Da igual lo mucho que comas, no grabarás el volumen, grabarás el sabor. El sabor es el sentir de la boca, no el del estómago. No tragues demasiado deprisa, prolonga el disfrute. Sabor. Saborea.
¿Y si no tiene ningún olor característico? ¿Y si es invisible? ¿Y si es mudo? ¿Y si no sabe a nada en concreto? ¿Y si…? Isidro.
¡Siéntelo! ¡Vamos!
Ni hueles, ni ves, ni oyes, ni saboreas el frío o el calor. O un sueño. No hace falta.
No. No hay calendario capaz de convencer a la primavera, son las flores que hueles quienes avisan de su llegada. No. No ves el viento, ves árboles bailar. No. No te oirás, a no ser que hagas oídos sordos. No. Los besos no tienen sabor, pero de sobra sabes cuándo son dulces y cuándo amargos.
Y te asombras con algo más grande que tú. ¿Qué cosa eh? Ese momento… Curiosidad, asombro, fascinación, consciencia, alegría, focos, inspiración, poder, fuerza, ganas, orgullo por ser quien ve, por saberse quien tiene la válvula de la olla, rebeldía, seguridad, excepcionalidad, recreo, espontaneidad, informal formalidad…
Que no, que no es lo de dar las gracias como cuando se nos escurre esa muleta de nombre ¿hola-qué-tal? Esa cáscara de pipa que da igual donde caiga. Que se escupe sin interés por la respuesta. No. No es solo el hola. Es verse en la obligación, es interesarse por el tal Tal.
De encontrártelo y decirte, wow, fíjate… Wow, gracias.
Buenas zapatillas. ¡Come on!
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