Imagine que usted es una persona residente en Pensilvania (EEUU) a quien le encanta subir sus fotografías a un repositorio de imágenes de acceso público. Imagine que un artista portugués se fija en esas fotografías y las pinta para contar una historia. ¿Inquietante? ¿Sugerente? Pues así es cómo surge ‘O Diário de Robert Stern’, una de las obras que Martinho Costa presenta en su exposición ‘Folding screen’, que podrá verse en el Domus Artium 2002 (DA2) de Salamanca hasta el 5 de febrero de 2017.
«Todo lo que sea una imagen puede ser una pintura», dice Martinho Costa para explicar su fuente de inspiración, «si pudiera, lo pintaría todo». El artista portugués parte en su trabajo de la fotografía pero prefiere plasmar sus creaciones en pinturas porque le gusta la «densidad histórica de este medio artístico», lo que le permite conjugar una mirada al presente sin dejar de mirar a la tradición.
Pero que nadie vaya buscando en la obra de Martinho Costa una mera reproducción de imágenes, aunque su obra consista en pinturas figurativas que se basan en gran medida en el uso de la fotografía. «El hiperrealismo no me interesa», dice, «me interesa saber lo que ocurre cuando transformo una imagen en pintura». Y es que, aunque ni las fotografías ni las pinturas tienen movimiento, Martinho Costa considera que «una instantánea transformada en pintura tiene un ‘tempo’ más dilatado, una temporalidad cercana a la del cine».
La del DA2 es la mayor exposición que se ha hecho hasta la fecha en España de la obra de Martinho Costa, si bien el artista portugués ya ha mostrado sus pinturas a este lado de la Península, ya que trabaja habitualmente con la Galería Silvestre, que tiene sedes en Tarragona y Madrid.
Texto y foto: César Yuste Prieto
